Jones anuló inicialmente el pasado jueves la anunciada quema colectiva pública de varios ejemplares del Corán en una iglesia independiente de Estados Unidos.(Dove World Outreach Center, en Gainesville, Florida). Luego se desdijo, para finalmente desistir de sus ideas pirómanas. La fecha elegida para la quema del libro sagrado musulmán era este sábado 11 de septiembre, coincidiendo con el noveno aniversario de los atentados del 11-S.
LA MEZQUITA EN LA ZONA CERO
En una comparecencia ante los medios en su iglesia de Gainesville, Jones anunció por primera vez este pasado jueves su decisión de cancelar su proyecto, tomada después de que se multiplicaran las críticas sobre la iniciativa en todo el mundo, encabezadas por las del propio presidente de EEUU, Barack Obama.
Jones dió a entender en esa rueda de prensa que su decisión de anular la quema de coranes se debía a la promesa de no construir una mezquita en la zona cero de Nueva York, un punto que fue posteriormente desmentido por los responsables del proyecto.
“El imam está de acuerdo en mover la mezquita a otro lado y nosotros acordamos cancelar nuestra actividad el sábado. De todos modos, vamos a tener paciencia, porque el desplazamiento de la mezquita no se logra de la noche a la mañana”, agregó Jones en una comparecencia en la que no hubo preguntas.
Poco después de estas declaraciones de Jones, los promotores de la construcción de la mezquita desmintieron que el imam se hubiera comprometido a desplazar el templo.
Esto empujó a Jones a realizar una segunda declaración. “Tenemos que reflexionar y reconsiderar” la cancelación, dijo a la cadena CBS. “Ahora estamos en una situación indefinida como de limbo, y tenemos que reconsiderar por supuesto nuestra posición” de no quemar el Corán, concluyó.
Finalmente, este pasado viernes 10 de septiembre el pastor comunicó que su decisión definitiva era no quemar los ejemplares del Corán. Sin embargo, a pesar de esta postura final, la tensión que ha levantado su postura ha desencadenado un clima de tensión en los países islámicos que está comenzando a generar brotes de violencia. Se teme por las futuras reacciones contra los cristianos en países de mayoría islámica, en los que la situación de los cristianos era ya difícil sin necesidad de la situación creada por Terry Jones.
CONDENAS UNÁNIMES SIN PALIATIVOS
Lo que sí es cierto es la condena unánime que había recibido Terry Jones desde que anunció por primera vez sus propósitos. La convocatoria de Jones, pastor de una pequeña iglesia protestante independiente, formada por unas cuarenta personas de la localidad de Gainesville, había sido criticada por el Gobierno estadounidense y por los principales comandantes de las tropas norteamericanas en Afganistán, ya que entendían que su actitud podía aumentar el rechazo hacia Estados Unidos en los países musulmanes y poner en mayor peligro a las tropas norteamericanas desplegadas en el extranjero.
A las críticas contra el evento convocado por Jones se habían unido también líderes de diferentes religiones en Estados Unidos, el Vaticano, la Unión Europea y el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon.
El secretario general de la Alianza Evangélica Mundial, Geoff Tunnicliffe, había emitido una declaración oficial en la que rechazaba y condenaba de manera rotunda la anunciada quema colectiva pública de varios ejemplares del Corán.
Esta acción no sólo suponía a su juicio una gravísima actuación opuesta al papel de los cristianos en favor de la paz, sino que además iba en contra del mismo mensaje de Jesús, según expresó el propio Tunnicliffe, que transmitió su postura como Alianza Evangélica Mundial a Terry Jones, en una conversación telefónica
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